La historia de Tabizú

Hola, mi nombre es Tatiana Vega Arias y soy la diseñadora de la marca Tabizú. Quiero aprovechar que estás por acá para contarte un poco de mi historia.

Tabizú nació por casualidad en el 2006, a raíz de una crisis emocional que estaba viviendo en esa época de mi vida y gracias al consejo de mi mamá, vi en la joyería una manera de mantener mi mente ocupada en algo que me gustaba “los tiliches”. Con el paso del tiempo ese hobby se convirtió en una oportunidad de negocio.

Cabe destacar que nunca llevé ningún curso de bisutería, soy Publicista y Mercadóloga de profesión, entonces creo que la creatividad es parte de mi vida. 

Una vez que me convertí en mamá en el 2015, con el apoyo de mi esposo, tomé la decisión de renunciar a mi trabajo y dedicarme 100% a mi propio negocio. No ha sido fácil, pero gracias a Dios he topado en este camino con ángeles terrenales que me han ayudado, me han apoyado y poco a poco mi marca ha ido creciendo. 

Definitivamente es una bendición trabajar en lo que amas, es por eso que cada una de las piezas que diseño son confeccionadas con muchísima paciencia, amor y con buenas energías. Creo que cada mujer quiere sentirse siempre especial, es por eso que hago pocas unidades de mis modelos, para darte exclusividad y que te sintás empoderada usando mi joyería. 

Si leíste hasta acá, MUCHAS GRACIAS, gracias por ser parte de mi sueño, de mi día a día. Espero de corazón que si tenés un proyecto en mente, no te quedés con las ganas, intentálo. Rodéate siempre de personas positivas que te apoyen y te animen cuando sientas que las cosas no están saliendo como quisieras, pero sobre todo, has a Dios tu socio en cada paso que des.

Despertá tu luz
Mostrá tu magia

Quiero agradecerte por ser parte de mi sueño, por ser motivación e inspiración en este camino de emprender. 

Sin duda alguna, lo mejor que me ha pasado en mi camino laboral, es trabajar en lo que amo, creando piezas hermosas que te acompañen día con día.

Deseo que vos también cumplas los anhelos de tu corazón, así que te motivo a que si tenés algún proyecto en mente, te animés a ponerlos en marcha, siempre pidiendo luz y guía a Dios, nuestro mejor socio.